Cuando Anna García Altés me planteó presentar la candidatura de Tenerife para organizar las XLIII Jornadas AES, tenía unas cuantas razones de peso para aceptar. Primero, porque si siempre es una satisfacción coincidir cada año en las Jornadas con tantos apreciados colegas de la Asociación, también lo sería poder ser anfitrión de un evento así. Segundo, porque creo que una de las claves del éxito científico y social de esta Asociación es el compromiso que muestran sus miembros con la organización, lo que se extiende como una externalidad positiva influyendo en decisiones como ésta. Tercero, porque las Jornadas AES siempre han contado con la inestimable ayuda y experiencia de la Junta Directiva y de la Secretaría de AES. Y, cómo no, también entusiasmaba que fuese la primera vez en Tenerife. A estas razones se unieron otras que pude conocer tras la planificación y realización del Congreso.
Temíamos que la lejanía y la peor conexión con determinadas provincias pudiese ser un hándicap, pero, afortunadamente, seguramente también por el excelente programa que confeccionó el Comité Científico y por el atractivo natural de las “Islas Afortunadas”, se superó la barrera de los 300 congresistas procedentes de todo el territorio nacional, así como de otros países como Brasil, Ecuador, Hungría, Países Bajos, Portugal, Reino Unido o Uruguay. Tras meses de trabajo del Comité Organizador en la planificación de las Jornadas, verlos aquí a todos reunidos fue la mayor recompensa. Ello no impidió que notásemos la ausencia de algunos apreciados colegas con quienes esperamos volver a encontrarnos en Madrid y la de otros que nos dejaron para siempre; en el recuerdo, muchos tuvimos presente la reciente y prematura marcha de nuestro entrañable colega José Luís Elexpuru, con quien compartimos tantos buenos momentos en las Jornadas AES.
Imagen 1: primer día, acreditación de los asistentes.
Las Jornadas tuvieron su avance técnico el 15 de marzo en el Salón de Actos del Hospital Universitario Nuestra Sra. de Candelaria (HUNSC), en Santa Cruz de Tenerife. La Jornada Técnica trató un tema tan importante y de tanta actualidad como es el bloqueo de camas hospitalarias por falta de recursos alternativos para atender a las personas dependientes. Y contó con un cuadro de ponentes del más alto nivel, que combinó el conocimiento científico en la materia con la experiencia en la gestión de los servicios implicados. La Jornada no decepcionó, teniendo en cuenta el número de personas que asistieron y el interesante debate que se generó.
Imagen 2: asistentes a la Jornada Técnica en el HUNSC.
Tras el excelente Taller precongresual del martes 26 de junio titulado “Causalidad y Machine Learning en R” e impartido magistralmente por Miquel Serra, el congreso arrancó el miércoles 27 por la mañana en el Aula Magna de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de La Laguna (sede de las Jornadas). En el acto inaugural estuvieron presentes el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García; la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Esther Monzón; el consejero delegado de Educación para la Prevención del Cabildo Insular de Tenerife, Juan Manuel Acosta; y los tres presidentes, Anna García-Altés, Miguel Ángel Negrín y yo. A la inauguración siguió la primera conferencia plenaria a cargo de Cristina Herrero (presidenta de la AIReF). Un congreso con el lema “Políticas públicas para la salud: perspectivas desde la economía y la sanidad” no podía tener mejor introducción que su conferencia sobre el gasto sanitario, las finanzas públicas y la necesidad de la evaluación. Desde ese momento y hasta el viernes, las Jornadas desarrollaron el magnífico programa preparado por el Comité Científico, con una nueva conferencia plenaria, las mesas de ponencias, mesas de comunicaciones y los Speaker’s corner.
Imagen 3: acto inaugural de las Jornadas en el Aula Magna de la Facultad.
Los actos sociales se iniciaron el mismo miércoles por la tarde con la recepción y visita guiada en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna -patrimonio de la humanidad-, a la que siguió un cóctel en el Museo de Historia y Antropología de Tenerife, en la Casa Lercaro. El cóctel fue amenizado por el grupo canario “Índice y Medio” y tuvo en el frío lagunero un acompañante inesperado para estas fechas de verano. El programa social terminó el jueves con la cena oficial y posterior baile en el Hotel Mencey en Santa Cruz. Tras la entrega de premios y clausura de las Jornadas el viernes (presidida por Anna, Miguel Ángel y el Decano de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, José Adrián García Rojas), unos cincuenta asistentes decidieron prolongar su estancia en la Isla un poco más, para hacer una visita guiada al Observatorio del Teide.
Mención especial merece el acto del nombramiento de Bea González como flamante Socia de Honor de AES, que tuvo lugar el jueves 27. Un emotivo -y también divertido- acto que llenó el Aula Magna de la Facultad y que contó con intervenciones inspiradoras de algunos de los que conocen mejor la trayectoria personal y profesional de Bea: Vicente Ortún, Carolina Darias, Suni Beerli y, cómo no, Néboa Zozaya, quien tuvo, además, mucho que ver con la elegancia y el cuidado con los que se diseñó esta especial ceremonia. Bajo los aplausos del Aula Magna llena, Bea tomó la palabra con la energía de alguien que lo hace por primera vez. Creo que para todos los que estábamos allí, fue muy emocionante ser testigos de un reconocimiento tan merecido en una persona, además, tan querida y admirada en AES. La escultura que se le entregó fue la mejor expresión de este reconocimiento.
Imagen 4: acto de nombramiento de Bea como Socia de Honor de AES.
Imagen 5: Bea con la escultura que se le entregó como Socia de Honor de AES.
Estar en el lado de la organización de las Jornadas da una perspectiva que es más difícil apreciar desde otros ángulos y valoras más la importancia de algunas colaboraciones que me gustaría mencionar aquí. En primer lugar, agradecimiento a todas las entidades públicas y privadas que han colaborado o financiado algunas actividades de estas Jornadas, imprescindibles para completar la financiación de un congreso de estas características. En segundo lugar, un agradecimiento especial a la Universidad de La Laguna y a la Facultad de Economía, Empresa y Turismo. En un interesante libro publicado recientemente por nuestro compañero y miembro del Comité Organizador, Juan José Díaz, acerca del impacto socioeconómico de la Universidad de La Laguna, ya se ponía de manifiesto que la realización de congresos científicos también contribuía a ese retorno social del dinero invertido en la Universidad que Juanjo cuantificó económicamente. Ser parte de la organización de las Jornadas nos ha acercado también a esta realidad. Además, hemos sido testigos de cómo el trabajo de los servicios centrales de la Universidad facilita la organización de eventos como éste y nos hacen depender menos de financiación privada o de recursos públicos que pueden ser más necesarios en otros ámbitos. Y todo ello con un encaje de múltiples piezas: infraestructuras, protocolo, prensa, sonido, parques y jardines, mantenimiento, el personal de administración y servicios de la Facultad; piezas que muchas veces no se visibilizan pero que añaden un valor significativo a la realización de estas Jornadas. Hemos tenido que afrontar unos cuantos problemas e imprevistos, pero también la sensación de que éstos quedan minimizados cuando cada agente hace bien su trabajo.
También se da uno cuenta de la importancia de la coordinación entre el Comité Organizador y el Comité Científico en la planificación y desarrollo de las Jornadas. Fue positivo para mi coincidir con Miguel Ángel como presidente del Comité Científico, con quien mantuve una colaboración constante desde el principio hasta el final. Y cómo no, resaltar la colaboración de la Universidad de La Laguna con nuestra vecina Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en objetivos académicos y científicos comunes como la realización de este congreso (me refiero a su eficiente participación en el Comité Organizador y en el Comité Científico y a la disposición de muchos otros colegas de la ULPGC para echar una mano en lo que hiciese falta).
Por último, no puedo dejar de hacer un especial agradecimiento a los miembros del Comité Organizador: Aranza Hernández, Bea González, Cristina Hernández, David Pérez, Francisco Villar, Imanol Nieto, Javier García, Juanjo Díaz, Lidia García y Pili Pinilla, un equipo que trabajó con admirable responsabilidad y compromiso durante meses, con el objetivo de que los asistentes pudiesen disfrutar de un congreso a la altura que se esperaba. No sobró nadie, ni faltó nadie. Si, a día de hoy, tuviese que volver a configurar el Comité Organizador, propondría a las mismas personas. Durante el congreso agradecimos, eso sí, el profesional trabajo del técnico de sonido de la ULL Antonio Hernández -que se integró como un miembro más del Comité Organizador- y de los miembros de Acto Serveis, Gemma Mena, Luna Grinschpun y Oriol Setó, que nos ayudaron y acompañaron durante todo el proceso.
A los organizadores nos quedó una extraña sensación de despedirnos viendo cómo todos se iban. Pero también quedó, por un lado, una especial huella de los congresistas asistiendo y debatiendo esos intensos tres días en las mismas aulas que son tan familiares para nosotros. Y, por otro, mirar al futuro con entusiasmo sabiendo que los aprendizajes de estas Jornadas se unirán a las anteriores para formar parte del cimiento de las próximas Jornadas en Madrid. Manu, quedamos a tu disposición. ¡Nos vemos en Madrid!
Una idea sobre “Crónica del Comité Organizador de las XLIII Jornadas de Economía de la Salud (San Cristóbal de La Laguna, 26-28 de junio de 2024)”
Muchas gracias a todas las personas que organizaron estas jornadas, en especial por fomentar los encuentros entre tantos agentes tan multidisciplinares relacionados con la Economía de la Salud.