Las Jornadas AES de este año en La Laguna han tenido un sabor especial, en parte gracias al emotivo evento de reconocimiento de Beatriz González López-Valcárcel como socia de honor AES.
Al organizarlo, meses atrás, teníamos en mente hacer algo relativamente breve, pero que al mismo tiempo permitiera reconocer con admiración y cariño las diferentes facetas de Bea dentro y fuera de la Asociación. Algo que, como ella, contuviera la adecuada proporción de información, emotividad y, en este caso, sorpresa. De hecho, Bea solo sabía el “cuándo” (jueves a mediodía) y que disponía de escasos diez minutos para su intervención, pero todo lo demás (el “qué”, “cómo” y “quiénes”) eran desconocidos.
Tras unas breves palabras de introducción (enlace a mi intervención aquí), di paso a un vídeo desenfadado (enlace al video aquí) que pretendía por un lado resumir la trayectoria profesional de Bea, y por otro lado dar algunas pinceladas personales, con intervenciones de una veintena de sus colegas de profesión. Los términos más repetidos al referirse a la homenajeada fueron “energía”, “inspiración”, “sabiduría”, “valentía”, “generosidad” y “pasión”.
Vicente Ortún hizo la primera intervención, en este caso sobre el papel de Bea en AES (enlace a la intervención aquí). Como nos tiene acostumbrados, en un discurso impecable, Vicente fue nuestra “memoria viva” y trajo el folleto en papel de las Jornadas AES celebradas en 1984, las primeras a las que acudió Bea. Resaltó que ese fue el año del cambio, con la irrupción de la universidad en AES. Recordó también que Bea se encargó de organizar las Jornadas en 1988, un año antes de que se constituyera la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), y que precisamente fue Sunny Beerli, la artífice de diseñar la flor verde que sigue vigente hoy en día en el logo de AES. No ha habido Jornada en la que Bea no contribuyera. Ha sido presidenta de AES, de SESPAS y de la sección de Public Health Economics de la Asociación Europea de Salud Pública. Ha sido además una pionera científica, y publicado con co-autores de cuatro continentes, llevando a AES por bandera. Subrayó asimismo que suyo es el lema de AES de “ciencia, acción y conciencia”, y que siempre está orgullosa de ayudar, con Covid o sin Covid.
Suny Beerli, catedrática de economía de la ULPGC, nos regaló un discurso poderoso y divertido (enlace a la intervención aquí) sobre el papel de Bea en la Universidad, hilándolo con anécdotas personales que muestran el carácter y cualidades de Bea. Habló de su valentía, al tirarse en paracaídas solo para superar su vértigo, de su compromiso con las causas justas y colectivas, y de su liderazgo excepcional. Repasó, para quien no lo supiera, que Bea contribuyó a la creación de la ULPGC, y que le encantan las primeras veces: fue la primera en doctorarse, la primera en ser profesora titular, la primera en ser catedrática, la primera en ser vicerrectora y ahora, cómo no, es la primera socia de honor AES. Y todo lo ha conseguido sin trabajar…lo ha conseguido porque le encanta lo que hace, al tener pasión por enseñar, por aprender y por hacer de la Universidad un lugar mejor. Todo un modelo a seguir para los que aspiran a marcar la diferencia.
Carolina Darias, actual alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria y ex Ministra de Sanidad, reflexionó sobre el papel de Bea en la sociedad (enlace a la intervención aquí). Hizo alusión a la ayuda desinteresada que Bea y otros expertos prestaron a las administraciones públicas durante la pandemia de la Covid-19, para, en un tiempo nada fácil, arrojar luz en la toma de decisores, primero para evitar contagios y luego para optimizar la vacunación. Como persona comprometida con su tiempo y con una gran conciencia social, Bea ha sido reconocida como hija adoptiva de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y de la isla de Gran Canaria. Además, Carolina se refirió al importante papel de Bea en términos de análisis y optimización de los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud.
Tras las tres intervenciones, Bea tomó la palabra (enlace a la intervención aquí), con un emocionante discurso en el que miró hacia atrás para recordar el camino recorrido y agradecer a las tantas personas que la han aupado y acompañado. Miró también hacia adelante para hablar del futuro con optimismo e ilusión por lo que aún está por venir.
Como colofón, Anna García Altés entregó a Bea, en nombre de la comunidad AES, una escultura de piedra con forma de corazón, obra del francés Jean-Michel Garino, como muestra del orgullo que sentimos por esta mujer sobresaliente a la que queremos, admiramos y reconocemos como socia de honor.