Jornada Técnica “Hacia la integración de la atención sanitaria y social de los pacientes dependientes”

Dentro del marco de las XLIII Jornadas de Economía de la Salud que tendrán lugar del 26 al 28 de junio de 2024 en la Universidad de La Laguna, organizadas por la Asociación de Economía de la Salud y la Universidad de La Laguna, se celebró -el pasado 15 de marzo- la Jornada Técnica titulada “Hacia la integración de la atención sanitaria y social de las personas dependientes”. Se estructuró en dos mesas, la primera, de ponencias y la segunda, de debate, en las que participaron expertos de los ámbitos clínico, económico, jurídico y gestor.

La estancia en el hospital de pacientes dependientes que tienen el alta médica, pero siguen ocupando una cama porque no hay un recurso apropiado que permita su traslado al mismo, es lo que se conoce como “bloqueo de camas”. No es un problema exclusivo de la comunidad canaria, ni tampoco del Estado español; existe en otros países de nuestro entorno, pero no por ello deja de ser un problema muy importante, en particular, en la comunidad canaria: en los últimos meses de 2023 se alcanzó el pico de entre 550 y 600 pacientes dependientes con el alta médica que permanecían ingresados en los hospitales públicos del Servicio Canario de la Salud. El bloqueo de camas es una anomalía en el funcionamiento de la atención sanitaria y social a las personas dependientes. Es un claro caso de ineficiencia en el uso de los recursos públicos y además, produce situaciones de inequidad. Actualmente, la cobertura pública de la atención sanitaria y la atención social están regidas por sistemas (de provisión y financiación) separados, lo que no ayuda a resolver la problemática señalada antes. Además, el bloqueo de camas puede verse agravado por la insuficiencia de recursos adecuados para la atención social (o sociosanitaria) de estas personas dependientes, y también por una deficiente gestión de estos pacientes al alta. Ante esta situación, desde el propio sistema sanitario están surgiendo algunas propuestas innovadoras de gestión, tres de las cuales fueron presentadas en la primera mesa de ponencias de la Jornada Técnica (manejo del delirium, hospitalización a domicilio y gestión de pacientes dependientes al alta hospitalaria), tres “árboles” de un “bosque” (el de la integración sanitaria y social) que se presentó en la intervención final. A continuación, tuvo lugar un interesantísimo debate en el que se trataron las principales perspectivas del problema del “bloqueo de camas”: las visiones económica, jurídica, clínica y gestora/estratégica.

La primera mesa, de ponencias, estuvo moderada por el profesor Ignacio Abásolo Alessón (de la Universidad de La Laguna) y empezó con la presentación del Dr. Luis Pedro Martínez del Castillo (Coordinador de la Unidad de Calidad y Seguridad del Paciente del Hospital Universitario Nuestra Sra. de Candelaria) sobre el delirium (que afecta a una parte de los pacientes dependientes), sus causas, consecuencias y prevención. En ella, el Dr. Martínez señaló que el delirium es un síndrome clínico caracterizado por la alteración de la atención y de la consciencia, que tiene una instauración aguda, un curso fluctuante y representa un cambio sobre la situación cognitiva basal del paciente. Su desarrollo a menudo inicia una cascada de eventos que culminan en una pérdida de independencia de los pacientes y en un incremento del riesgo de mortalidad y morbilidad, con un fuerte impacto en los costes para el sistema sanitario, tanto durante el ingreso por el tratamiento de complicaciones asociadas (caídas, úlceras por presión, infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria, pérdida funcional, pérdida de la continencia) y el incremento de la estancia hospitalaria, como tras el alta hospitalaria, debido a institucionalización, servicios de rehabilitación, cuidados formales e informales en domicilio y reingresos hospitalarios. La prevención del delirium debe ser una prioridad en el ámbito hospitalario, ya que se trata de un síndrome con un gran impacto en los resultados en salud y que podría prevenirse en el 30-40% de los casos. Dado su carácter multifactorial, existen diversas intervenciones de prevención, siendo las multicomponente las que han mostrado mayor grado de evidencia. El Dr. Martínez finalizó señalando que la estrategia de intervención debe ser desarrollada por un equipo multidisciplinar entrenado y competente en la prevención del delirium.

La presentación del Dr. Miguel Ángel Ponce González (Director Gerente del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín) trató sobre la Hospitalización a Domicilio (HAD), definiéndola como una alternativa asistencial capaz de realizar en el domicilio procedimientos diagnósticos y terapéuticos, y proporcionar cuidados similares a los dispensados en los hospitales. Señaló que, a nivel clínico, reduce las infecciones nosocomiales, los fenómenos de hospitalismo y los episodios de confusión mental y/o depresión en los ancianos. Además, a nivel psicosocial, hay una mayor satisfacción de los pacientes; de hecho, mejora y humaniza la relación entre el personal sanitario y el paciente, respeta la intimidad e incrementa la comodidad, facilita la comunicación entre el personal sanitario y los familiares, e integra a la familia en el proceso curativo, y promoviendo también las actividades de educación sanitaria. A nivel de gestión de los recursos, facilita el acceso hospitalario a los procesos agudos al liberar camas, disminuyendo los costes marginales de la hospitalización, facilitando la coordinación entre los niveles asistenciales y favoreciendo la comunicación entre profesionales y la necesaria continuidad asistencial. Añadió que tanto la hospitalización a domicilio como la integración sociosanitaria buscan mejorar la calidad de la atención médica y la calidad de vida de las personas, adaptando los servicios a las necesidades individuales y fomentando un enfoque más integral de la atención sanitaria de múltiples maneras (apoyo a las familias en sus domicilios, apoyo en residencias, multidisciplinariedad, promoviendo el empoderamiento en los cuidados al pacientes crónico, facilitando la recuperación funcional tras un episodio agudo; -eso sí- no siendo útil en pacientes que viven solos). Por tanto, concluyó el Dr. Ponce, potenciar este modelo asistencial ayudará a la integración sociosanitaria. Por ello, se debe seguir apostando -señaló- por aumentar el número de camas de hospitalización a domicilio.

La presentación de la Dra. Ingrid Rodríguez Manzano trató sobre la gestión interdisciplinar de los pacientes dependientes en el hospital, haciendo referencia al caso de la Unidad de Valoración Geriátrica del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín a la que pertenece. Resaltó que hay que tomar un rol activo, responsable y probablemente preventivo para el abordaje del paciente crónico y dependiente. Añadió que la formación y la atención especializadas son efectivas y eficientes en términos de calidad de vida y de costes sanitarios. Por último, indicó que la creación de unidades de gestión reduce el porcentaje de derivación a otros centros e institucionalización al alta, disminuyendo a su vez la sensación de descontrol e indefensión de los profesionales ante los perfiles sociosanitarios más complejos.

El profesor Juan Oliva Moreno (Catedrático de Economía de la Universidad de Castilla La Mancha) cerró esta mesa de presentaciones hablando de la panorámica económica e institucional de la integración. Indicó que la integración de la asistencia sanitaria y social en personas dependientes busca incrementar la calidad de la atención prestada, con objeto de mejorar la salud y bienestar de estas personas y de su entorno afectivo, a la vez que se trata de optimizar los recursos sanitarios y sociales empleados. En la intervención puso de manifiesto la complejidad del empeño, así como distintas experiencias y posibilidades, identificando elementos básicos que deben estar presentes en la mejora de la coordinación de dichos servicios. Señaló que es preciso partir de una narrativa común que identifique dónde estamos y dónde queremos ir, en un marco de planificación conjunta; que el liderazgo político y el profesional son esenciales para arrancar primero, y después avanzar en esta tarea; que se precisa contar con un alto grado de realismo (qué queremos integrar y para quién) y paciencia (hay unos costes inevitables a corto plazo y los rendimientos llegarán en el medio y largo plazo); que se requiere de una evaluación continuada de los avances e identificación de los cuellos de botella; que se necesitará de la participación de los ciudadanos (pacientes atendidos y entorno familiar); y que todo ello debe estar envuelto en el principio general de atención centrada en la persona y en normas de Buen Gobierno.

La segunda mesa, de debate, estuvo moderada por Beatriz González López-Valcárcel (de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) y generó un interesante debate de sus participantes (y también con el público asistente). En particular, el profesor Guillem López-Casasnovas (Catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra) -que abordó la visión económica- señaló que sin un buen sistema de información que pase el Rubicón de los departamentos administrativos actuales (desde un registro basado en el ciudadano dependiente, desde la solicitud, baremación y uso de los servicios sociales y sanitarios), va a resultar imposible evaluar el “cómo” y el “qué” de los resultados en salud de las distintas formas de integración sociosanitaria.  Y en el “mientras tanto” -añadió- conviene ir eliminando los incentivos perversos hoy para una mínima cooperación (por ejemplo, con sistemas de financiación más basados en la población destinataria que en los recursos de cada proveedor).

El profesor Francisco Villar Rojas (Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de La Laguna) aportó la visión jurídica, indicando que el bloqueo de camas de agudos es un problema de articulación de dos servicios públicos: la asistencia sanitaria y la atención a la dependencia. Según el profesor Villar, la solución pasa en buena medida por la consolidación del sistema público de dependencia. Añadió que cualquier medida que se adopte debe tener en cuenta los derechos que las leyes reconocen a quienes ocupan esas camas: usuarios del servicio público sanitario con derecho, entre otras, a la “prestación de atención sociosanitaria”, y personas en situación de dependencia, con derecho al reconocimiento de esa condición y a las prestaciones correspondientes según el programa individual de atención.

La Dra. Eva Gallego González (del Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias) abordó la visión clínica, resaltando que la permanencia de pacientes de alta médica dentro de los hospitales de agudos conduce al deterioro de la salud mental y física de los usuarios del sistema canario de salud y también de los profesionales sanitarios. Señaló también que en los pacientes que permanecen de alta dentro del hospital, esos efectos negativos sobre la salud pueden perpetuarse y agravarse con el tiempo, hasta convertirse en irreversibles y eventualmente conducir a la muerte. Los pacientes más vulnerables biológica o socioeconómicamente tienen mayor riesgo de desarrollar esas complicaciones, lo que genera situaciones de inequidad y, de forma colateral, edadismo. La Dra. Gallego añadió que el bienestar de los profesionales sanitarios influye en la rotación de camas y la estancia, por lo que han de ser parte implicada en cualquier solución que se plantee para solventar esta situación.

Por último, la Dra. Rita Tristancho Ajamil (Directora General del Paciente y Cronicidad del Servicio Canario de la Salud), cuya participación recogía la visión gestora/estratégica, empezó indicando que la efectiva integración de los servicios sociosanitarios es clave para abordar el fenómeno del bloqueo de camas, pero es un proceso complejo, especialmente en Canarias, donde la situación se ha agravado tras la pandemia. Señaló que la Consejería de Sanidad responde a este desafío creando la Dirección General de Paciente y Cronicidad -que ella misma dirige-, focalizada en diseñar medidas para evitar que pacientes crónicos de alta complejidad lleguen a los hospitales. Según la Dra. Tristancho, esto implica acercar la atención al hogar del paciente mediante atención domiciliaria, telemonitorización u hospitalización a domicilio, así como identificar a estos usuarios desde Atención Primaria por medio de estratificación, con un enfoque biopsicosocial y coordinación hospitalaria integral. En su opinión, la Estrategia de Salud Comunitaria permitirá identificar a la población según sus determinantes sociales, con diagnósticos comunitarios desde equipos de atención primaria. Finalizó su intervención indicando que establecer alianzas entre servicios sanitarios y sociales es crucial, por lo que el Gobierno de Canarias ha aprobado la primera Estrategia para la Coordinación de la Atención Sociosanitaria, que garantizará una respuesta eficaz a las demandas de la población en esta área.

No queremos finalizar sin expresar nuestro enorme agradecimiento a los ocho participantes en la Jornada Técnica, por el esfuerzo que han realizado para hacer posible este atractivo programa. Y también queremos agradecer al resto del Comité Organizador de las XLIII Jornadas de Economía de la Salud, por su dedicación y por estar pendiente de todo detalle en la organización de esta Jornada Técnica.

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