Permitidme que empiece por el final. Nos situamos el viernes 7 de julio, pasado mediodía, el estruendo de la traca preparada por el “mestre pirotècnic” Voro Peiró marca el final del homenaje a Vicente Ortún, le sigue el acto de clausura de las Jornadas y la copa de cava. La Facultad de Letras de la Universitat de Girona está casi vacía y la mayoría de socios y socias de AES han iniciado el viaje de regreso. A unos pocos metros de la sede, en el bar, frente al rectorado, algunas de las personas implicadas en la organización reponemos fuerzas y creo que puedo afirmar que compartimos una mezcla de satisfacción y cansancio. Durante las siguientes semanas, recuperación emocional, asimilación de todo lo visto y oído y prácticamente ya nos situamos en el día 1 de agosto, momento en que recibo un mensaje de Cristina Hernández-Quevedo, editora del Boletín, con la invitación a redactar esta crónica desde la perspectiva del Comité Organizador. Esperaba la propuesta y la acepto encantado.
Si retrocedemos al principio, la idea de celebrar las Jornadas AES en Girona se cocinó de forma interrumpida. Fue Marc Sáez quien me habló por primera vez de la idea, recuerdo exactamente el lugar: la escalera de acceso al primer piso de la Facultad de Economía. Era un viernes por la tarde en otoño de 2019. Poco después, como en tantas otras cosas, la pandemia marcó un amplio paréntesis. Dos años más tarde, en otoño de 2021, fue nuevamente Marc quien retomó la cuestión, trasladándome además una invitación a ejercer como presidente del Comité Organizador. Susto importante, pero hay personas que siempre han colaborado en todo tipo de causas cercanas y a quien no puedo decir que no, y Marc Sáez es una de ellas. Por otra parte, me pareció ilusionante poder contribuir esta vez a las Jornadas AES, un encuentro científico y social que me ha aportado mucho. En el equipo inicial, estaban también José María Inoriza, creo que no necesita presentaciones, buen amigo y compañero de fatigas de largo recorrido y Laura Vall-Llosera, compañera en la Universitat de Girona y en diversos proyectos de investigación vinculados a SSIBE-Hospital de Palamós. Para tener la imagen completa de la gestación es imprescindible visualizar también la mano de Laia Maynou, muy vinculada a la ciudad, moviendo algunos hilos en nombre de la Junta Directiva de AES.
En el primer semestre de 2022 empezaron las reuniones mensuales. Durante estos meses, cerramos la composición definitiva del Comité Organizador y una propuesta de sede y fechas. Completaron el equipo Joan San y Anna Garriga, decanos de las facultades de Medicina y Economía respectivamente y quienes posteriormente defenderán firmemente el proyecto a nivel institucional, y María Fuentes, quien aportó la visión del ecosistema local de empresas de innovación. Durante este periodo recopilamos numerosas ideas sobre la acogida de los socios y socias de AES y sobre la organización de la agenda social. Hoteles, restaurantes, eventos… En aquel momento, sobre el papel, parecía existir una infinidad de posibilidades. Con todo ello preparamos una breve presentación de la candidatura y nos fuimos a Zaragoza, a las Jornadas AES XL+1. La propuesta fue bien recibida y ratificada por la Asamblea de socios y socias y por primera vez tuvimos la sensación de que la cosa iba en serio.
A partir de septiembre de 2022, la planificación y las tareas cogieron cierto ritmo. Reanudamos las reuniones mensuales. Lema, texto de presentación, publicación de la web y primer save the dates, selección de catering, presupuestos, patrocinios locales… Todo se fue acelerando y sin darnos cuenta, cambio de año y ya visualizamos en el calendario el 22 de marzo, fecha de la Jornada Técnica.
Llegado el mes de marzo nos enfrentamos al primer acto “oficial” de esta edición. En la Jornada Técnica titulada “La Salud Mental, nuevos enfoques después de la Pandemia”, se debatió acerca del impacto de la pandemia sobre la salud mental y sobre sus posibles formas de organización. La Jornada Técnica nos dejó buen sabor, pero a la vez nos dimos cuenta -después de una intensa batalla con el sistema de streaming– de que contar con una bonita sede tan parecida a Hogwarts implicaría lidiar con algunas dificultades técnicas adicionales.
Los meses entre marzo y junio transcurrieron muy rápidamente. Las decisiones principales relativas a la organización estaban tomadas. No obstante, quedaban infinitos detalles pendientes de cerrar y problemas de última hora que debíamos resolver. Esta vorágine tocó su máximo la semana inmediatamente anterior al inicio de las Jornadas. Llegó el lunes 3 de julio y en este momento simplemente había que cruzar los dedos y esperar que todas las piezas fueran encajando según lo planeado.
El martes 4 de julio empezaron los talleres. En esta edición, las dos ideas que barajábamos cuajaron con horas de diferencia. Eran dos propuestas excelentes y decidimos, previo permiso de la Junta Directiva de AES, llevar a cabo dos talleres. El primero titulado “Introducción a la modelización (bayesiana) de supervivencia en la evaluación de tecnologías sanitarias”, impartido por Gianluca Baio. El segundo titulado “Revisión y actualización de lo que sabemos sobre contabilidad analítica en el SNS”, coordinado por Francesc Cots e impartido por miembros de la Red Española de Costes Hospitalarios (RECH). El segundo taller batió el récord de asistencia con más de 80 participantes. La elevada concurrencia obligó a un cambio de aula de última hora y el nuevo emplazamiento resultó ser un aula ciertamente más espaciosa, aunque sin aire acondicionado. Por suerte, gracias a los numerosos abanicos funcionando y al extra de agua no hubo que lamentar víctimas personales.
Imagen 1: Taller sobre contabilidad analítica en el SNS.
Y finalmente llegó el esperado día de la inauguración. Caras de sorpresa entre los recién llegados al acceder a un aula magna habilitada en el interior de una antigua iglesia, donde una pantalla de dimensiones considerables mostraba la imagen gráfica de las Jornadas. La mesa inaugural contó con las presidencias de AES, Comité Científico y Comité Organizador (Anna Garcia-Altés, Laia Maynou y un servidor), además de una buena representación institucional: el rector de la Universitat de Girona, el consejero de Salud de la Generalitat de Catalunya y el alcalde de Girona (Quim Salvi, Manel Balcells y Lluc Salellas, repectivamente).
Seguidamente, sesión plenaria inaugural “Data driven digital transformation in healthcare”, a cargo de Dipak Kalra y, a partir de este momento, poco a poco, se fue desplegando el magnífico programa preparado por el Comité Científico que, dicho sea de paso, superó todas las expectativas. Sucesión de mesas de ponencias, sesiones organizadas, Speaker’s corner, más sesiones plenarias y homenajes emotivos a Joan Rovira y Carlos Campillo.
Imagen 2: Sesión plenaria «Economía de la demencia: más allá de las previsiones catastrofistas», a cargo de Adelina Comas.
Respecto a la agenda social, cuando intentamos encajar disponibilidades, capacidades, logística y presupuesto, nos dimos cuenta de que las numerosas y brillantes ideas recopiladas durante los meses de planificación se reducían de forma muy considerable. No fue fácil dar con una combinación de espacios adecuada y con capacidad suficiente para alojar la cena de las Jornadas. Otros aspectos, como por ejemplo la visita guiada al centro histórico, fueron más fáciles de organizar gracias a los encantos propios de la ciudad y creemos que con buen resultado.
Imagen 3: En las pausas, networking y reencuentro de amistades.
Si las cosas salieron razonablemente bien es gracias a la implicación de numerosos equipos de personas, instituciones y patrocinadores y no quisiera terminar esta crónica sin un agradecimiento especial a la institución anfitriona, Universitat de Girona y a los miembros del Comité Organizador. Tampoco puedo dejar de mencionar el apoyo y la excelente sintonía con la Junta Directiva, el Comité Científico y la secretaría técnica de AES y en particular con Anna, Laia, Sergio, Roberto y Oriol. Trabajar conjuntamente en la organización de las Jornadas y ver funcionar toda la maquinaria de AES desde detrás del telón fue una experiencia realmente interesante.
Finalmente, queremos desear mucha suerte al nuevo Comité Organizador de las Jornadas AES XLIII. Nacho, estamos a vuestra disposición para lo que necesitéis, y esperamos que disfrutéis de esta etapa intensa, pero a la vez ilusionante.
¡Y ya queda un poquito menos para el reencuentro en La Laguna!
