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14-06-2019
Enviudar resta bienestar e incrementa la probabilidad de depresión, sobre todo en mujeres
- Según un estudio que se ha presentado en las XXXIX Jornadas de Economía de la Salud que se celebran en Albacete, con el lema ‘La transparencia es saludable: la importancia de la rendición de cuentas en sanidad’
- Los viudos necesitan más cuidados formales y las viudas reciben cuidados informales desde fuera del hogar
- El efecto sobre la salud de enviudar es más intenso en el Sur de Europa
ALBACETE, 14 DE JUNIO || En un contexto donde todas las proyecciones realizadas por organismos internacionales y estudios científicos auguran que la esperanza de vida seguirá creciendo, la evaluación económica de la salud puede servir de gran ayuda a la hora de identificar poblaciones potencialmente vulnerables y planificar los sistemas de cuidados de larga duración en Europa y la organización de servicios de apoyo social.
Con este objetivo, se ha presentado un estudio titulado ‘¿Enviudar perjudica seriamente el bienestar y la salud? Un análisis longitudinal en el contexto europeo’, durante las XXXIX Jornadas de Economía de la Salud (AES) que se celebran en Albacete con el lema ‘La transparencia es saludable: la importancia de la rendición de cuentas en sanidad’.
El trabajo de Beatriz Rodríguez Sánchez, Luz María Peña Longobardo y Juan Oliva (Universidad de Castilla-La Mancha) fue premiado con la Beca de Investigación de AES y Bayer, y esta semana se han presentado las conclusiones que ponen en relación la satisfacción y el bienestar personal con el estado civil.
La investigación parte de la literatura científica que demuestra que estar viudo está relacionado con pérdidas de bienestar, derivadas de un mayor sentimiento de soledad; peor salud mental; calidad de vida reducida; sentimiento de pérdida; cambio en los recursos familiares e incluso un mayor riesgo de mortalidad.
Además, la prolongación de la esperanza de vida ha supuesto modificaciones en la estructura familiar, y una de las circunstancias que modifica en mayor grado las relaciones familiares es la viudedad, haciendo que, tras la pérdida del cónyuge, el superviviente sea más dependiente de sus hijos e incurra en un mayor gasto en atención sanitaria.
El estudio consiste en analizar el efecto de enviudar sobre la salud y la demanda de cuidados (formales e informales) en Europa, comprobando si dicho efecto se mantiene en el medio/largo plazo, diferenciando por sexo y zona geográfica.
MÁS PROBABILIDAD DE DEPRESIÓN
El trabajo demuestra que a los dos o tres años el bienestar de los nuevos viudos es menor, además de encontrar una mayor probabilidad de estar deprimido entre los nuevos viudos frente a los que permanecen en pareja, con una variación de 25 puntos porcentuales.
Asimismo, quienes enviudan tienen entre 8,3 y 10,8 puntos más de probabilidad de recibir cuidados profesionales en comparación a los que permanecen casados y por lo que respecta a los cuidados informales, quienes se quedan viudos son más propensos a recibir cuidados informales fuera del hogar (entre 15,24 y 21,3 puntos), mientras que tienen una menor probabilidad de recibir dichos cuidados por un familiar que viva en el mismo hogar en comparación con los individuos que permanecen en pareja.
Aproximadamente tras 5 años de haber enviudado, los resultados confirman la existencia de un efecto adaptación de los individuos, fundamentalmente en la parte relacionada con el estado de salud (bienestar social y depresión).
DIFERENCIAS POR GÉNERO Y PAÍSES
Los resultados muestran la existencia de diferencias de género, ya que en el caso de los hombres, a corto plazo, muestran que quedarse viudo tiene un mayor impacto en el bienestar individual y en la recepción de cuidados formales, mientras que, para las mujeres, el efecto más significativo se da en una mayor probabilidad de depresión y de recibir cuidados informales desde fuera del hogar.
Por países, enviudar tiene un efecto mucho más intenso sobre un peor bienestar y una mayor probabilidad de estar deprimido en los países del sur de Europa. En el caso de los países del norte de Europa, el principal efecto de la viudedad, en términos cuantitativos, a corto plazo se da en la probabilidad de recibir cuidados informales desde fuera del hogar.
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