Evaluación de Tecnologías Digitales: Diagnóstico y Cirugía. Crónica de la 15ª Reunión Científica de la AEETS

 

“La Evaluación de Tecnologías Sanitarias es una necesidad imprescindible para las buenas prácticas sanitarias”, estas fueron las primeras palabras de Alberto Fuentes, secretario de la Conselleria de Sanidad de la Xunta de Galicia en la apertura de la 15ª Reunión Científica de la Asociación Española de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AEETS), que tuvo lugar en Santiago de Compostela los días 23 y 24 de marzo de 2023.

El lema de la Reunión de este año era la Evaluación de Tecnologías Digitales, con foco en diagnóstico y cirugía. El presidente de la AEETS, Juan del Llano, continuó la bienvenida con un mensaje claro: la necesidad de integración entre la evidencia, las autoridades sanitarias, médicos y pacientes. “Se debe mejorar e intensificar la evidencia científica y la transferencia de conocimiento a la práctica”, apuntó. Necesitamos tecnologías que faciliten el juicio clínico. La apertura de la jornada prosiguió con la intervención de Margarita Alfonsel, secretaria general de FENIN, quien abogó por la importancia de transformar y optimizar procesos sobre los pilares de la evidencia y la seguridad. El conocimiento experto, apuntó, es extremadamente importante. Alfonsel también hizo énfasis en la importancia de la formación en nuevas tecnologías y competencias digitales a profesionales sanitarios y en la importancia de la colaboración entre las organizaciones sanitarias y la industria tecnológica para afrontar los retos de la disrupción digital.

Tras la mesa de bienvenida, la conferencia de apertura y debate sobre el sobrediagnóstico y tratamiento corrió a cargo de Antonio Sitges-Serra y Rafael Bravo. Antonio Sitges-Serra comienza con un mensaje importante: “Hay que contar bien”, destacando la problemática del sobrediagnóstico y sobretratamiento, y de los efectos indeseados que esto puede tener sobre el paciente. Explicó cómo se dispara la incidencia por el aumento del diagnóstico precoz a consecuencia de los cribados. Sin embargo, la mortalidad apenas se ve afectada, apunta, con ejemplos muy llamativos como en el cáncer de tiroides, siendo dudoso el balance riesgo-beneficio de cribados que tenemos muy arraigados como el de cáncer de mama. Finalmente, concluyó con una llamada de atención sobre la “tecnolatría” y el consiguiente riesgo de introducción arbitraria de tecnologías sanitarias. Rafael Bravo comenzó su ponencia con el lema “Primum non-nocere” (lo primero es no hacer daño). Una proporción de los daños evitables, afirma, se debe a pruebas innecesarias o excesivas. Además, según el Dr. Bravo, estaríamos experimentando un proceso de medical reversal, asociado a la mala o errónea difusión de resultados. Y es que, apunta, de forma sistemática, “los médicos en Atención Primaria sobreestimamos la eficacia y subestimamos los daños”. Y lo primero debería de ser no hacer daño.

La siguiente mesa trató sobre “Peculiaridades de la evaluación de la tecnología diagnóstica digital”, y fue en memoria de Carlos Campillo y moderada por José Luis Díez, Presidente del Consejo Asesor de la Fundación Gaspar Casal. En esta mesa participaron como ponentes Blanca Lumbreras (Catedrática del Departamento de Salud Pública de la Universidad Miguel Hernández de Alicante), Luis Martí-Bonmatí (Director del Área Clínica de Imagen Médica en el Hospital Universitario La Fe, Valencia), y Santiago Prieto (Jefe de Servicio de Laboratorio Clínico en el Hospital de Fuenlabrada de Madrid). Blanca Lumbreras afirma que “el conocimiento es la base para poder llevar a cabo mejores acciones”. Lumbreras nos habló sobre biomarcadores. Según ella, existe poca formación en ciencias de datos, y los científicos de datos tienen pocos conocimientos de medicina. Por ello es muy importante, insiste, promover el intercambio de conocimiento. Luis Martí-Bonmatí y Santiago Prieto ahondaron sobre el efecto de la disrupción digital en radiodiagnóstico y en el laboratorio clínico, disciplinas que están experimentado una transformación radical, con grandes retos y oportunidades, que, en cualquier caso, requieren un importante esfuerzo evaluativo.

La siguiente mesa, en relación con “la evaluación de procesos quirúrgicos y el impacto de la digitalización”, fue moderada por María Errea, Directora de la AEETS. Tuvo como ponentes a Salvador Peiró (Vicepresidente de la AEETS) y María Elena Martín (Presidenta de la Asociación Española de Cirujanos). Los principales mensajes de los ponentes se resumen a continuación. Salvador Peiró nos habló sobre “la importancia de aprender de la evidencia”. Según Peiró, tenemos un sistema que aprende poco de la evidencia, y que cuando no obtiene lo que le gusta, la desecha. Los datos de la vida real nos permiten estimar la efectividad comparativa y comparar alternativas más allá del placebo, afirma. Podemos seguir pacientes a largo plazo, trabajar con bases de datos poblacionales, examinar resultados en subgrupos relevantes de pacientes,…, explica. María Elena Martín, nos habló sobre “Cirugía 4.0 o cirugía digital”. La nueva cirugía tiene la ventaja de ser menos invasiva, más inteligente, y la digitalización se usa para mejorar el estado de salud del paciente, explicó Martín. Ha mejorado la disponibilidad de información, además de la mejora asociada a la propia tecnología de imagen. Cada vez hay mejores modelos predictivos de inteligencia artificial (IA) para tomar decisiones y asesorar al paciente. La pregunta que debemos hacernos, según Martín, es si tenemos herramientas para valorar la capacidad de los hospitales de tomar decisiones de manera eficiente. Además, insiste en que no despreciemos los estudios retrospectivos. La medicina basada en la evidencia es fundamental para la toma de decisiones y ha de ser completada por la visión del experto. Tenemos que revisar la cartera de servicios, descartar lo que no sea interesante y profesionalizar la gestión. Necesitamos personas que dirijan, concluye.

La siguiente mesa de ponentes, sobre los “Retos para las agencias en la Evaluación de Tecnologías Digitales”, tuvo como ponentes a Alberto Ruano (Catedrático de Medicina preventiva de Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela), Iñaki Gutiérrez Ibarluzea (Director de Innovación Organizativa y Gestión, BIOEF), y Roberto de la Plaza (Jefe de Servicio de Cirugía General y de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de Guadalajara). Esta mesa fue moderada por Fernando Jara, jefe de sección de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid. Según Alberto Ruano necesitamos un marco que nos permita avanzar hacia una evaluación sistemática de tecnologías digitales. Ruano defiende que existe mucha heterogeneidad en torno al concepto de tecnología digital. Por ello, apuntó, que el trabajo colaborativo y los registros son de particular importancia para algunas patologías, especialmente las poco frecuentes. Iñaki Gutiérrez-Ibarluzea no dudó en comenzar su ponencia haciendo referencia a Edwards Deming, según quien “Sin datos no eres más que una persona con una opinión”. Según Gutiérrez-Ibarluzea, las evaluaciones de tecnologías sanitarias tienen muchos retos, como la heterogeneidad o el que no todas sean reembolsables (a pesar de tener una trascendencia sobre el paciente). Vivimos en una era de fascinación tecnológica. Se está trabajando en un marco (la RedETS) para evaluar las tecnologías digitales. Es una adaptación de otros marcos internacionales (como el de Corea del Sur y el del NICE) a nuestro contexto. Gutiérrez-Ibarluzea terminó anunciando que el manual estará accesible, si todo va bien, en el mes de junio. “Los cambios tecnológicos han obligado a cambiar las reglas del juego, pero también ofrecen nuevas oportunidades”, concluye. Roberto de la Plaza, último ponente de esta mesa, hizo hincapié en que en materia de complicaciones postoperatorias “hay desinformación para el cirujano, el gerente y el consejero de salud”. Sin embargo, se muestra positivo, afirmando que la auditoría de todas las intervenciones quirúrgicas es factible y una enorme fuente de aprendizaje. De nuevo, se hace mención a la transparencia, tema que se convirtió en uno de los mensajes globales de la Jornada.

La última mesa del primer día fue la titulada “PROMs y PREMs: avances y utilización en la evaluación de la práctica quirúrgica”, y corre a cargo de Monserrat Ferrer (Investigadora Senior en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, IMIM, de Barcelona) y Mercedes Vinuesa (Directora de la Unidad de Calidad del Hospital Universitario La Princesa de Madrid). La mesa fue moderada por Roberto Nuño, Director de Investigación y Formación de la Fundación Gaspar Casal. En esta mesa, se puso el foco en los indicadores reportados por los pacientes. Monse-Ferrer mostró una panorámica de los resultados en salud reportados por los pacientes (PROMS) en procesos quirúrgicos, mientras que Mercedes Vinuesa subrayó que llevar PROMS y PREMS (medidas de experiencias reportadas por los pacientes) a la realidad cotidiana de los hospitales supone un enorme reto de implementación en un contexto donde el Value-based Healthcare está cobrando fuerza.

El segundo día comenzó con las intervenciones de Jaime del Barrio (Presidente de la Asociación de Salud Digital), Nilo Mosquera (Jefe del servicio de cirugía vascular del CHUS) y Jorge Escartín (Neuroradiólogo en HT Médica). Ellos fueron los encargados de hablarnos sobre Transformación digital en Salud, siendo moderados por María Cruz Martín (Jefa de Servicio de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid).

Jaime del Barrio comenzó su ponencia explicando que vivimos un proceso de transformación digital permanente. La tecnología avanza de manera disruptiva y global. Además, afirma, hace falta evidencia científica consolidada. Del Barrio explicó también que el 80% de los procesos que hacemos diariamente no están automatizados. “Es necesario hacer confluir a muchos agentes en un espacio muy corto de tiempo para que esta transformación tenga éxito”, apuntó. El 40% de lo que hacemos es ineficiente según la Organización Mundial de la Salud. Existen 41 mil millones de dispositivos de Internet Of Things (IOT) que están cambiando nuestra vida. Y el paciente, que ya es digital. Estamos experimentando un aumento de la demanda superior al aumento de profesionales, lo cual exige actuar de forma urgente. Nilo Mosquera mostró la evolución de la robotización quirúrgica hasta el advenimiento de modelos virtuales puros que ya están en el mercado, resaltando que la transformación en dos décadas ha sido radical. Hace falta voluntad, formación, inversión y evaluación para completar un círculo virtuoso de beneficios para el paciente, el profesional y el sistema. Por último, Jorge Escartín, insiste en que “el proceso de digitalización es imparable”. Según Escartín, se observa aún poca aplicación en la práctica clínica de las herramientas de inteligencia artificial. “Debemos ser capaces de aumentar la calidad de vida de los pacientes como la de los propios proveedores de salud”, apuntó. Cada organización debe autoevaluarse y conocer sus necesidades. Debemos aportar valor y reducir los costes cuando sea posible, concluyó.

La siguiente mesa “Bloque Quirúrgico Inteligente: plataformas digitales”, fue moderada por Luis Quecedo, Jefe de Sección de Anestesia del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, y tuvo como ponentes a Salvador Morales-Conde (Jefe de Sección del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla) y Marina Varela (Jefa del servicio de Anestesiología y Reanimación del área sanitaria de Pontevedra e O Sainés). Salvador Morales lanzó el importante mensaje del trabajo en equipo. “Tenemos que trabajar en conjunto para sacar más rendimiento”, apuntó. No solo no hay protocolos, sino que hay una inmensa variabilidad de procedimientos y uso de materiales en el quirófano, y sin justificación para ello, explica. Según Morales, buscamos eficacia y seguridad en el quirófano que nos viene. Y es que tenemos que cambiar la imagen de coste por la de inversión. Es clave que el procedimiento sea sostenible para hacer más eficiente el quirófano, concluye. Marina Varela comentó que el acceso inmediato a la información completa del paciente es esencial para garantizar procesos seguros y eficientes. Debemos potenciar la excelencia operacional y clínica, concluyó.

La última mesa de ponentes abordó los “Asistentes de quirófano robotizados: efectividad, eficiencia y seguridad clínica”, corriendo a cargo de Raquel Sánchez-Santos (Jefa de servicio de Cirugía General y Digestiva del Área Sanitaria de Vigo) y Alberto Francés (Jefe de Sección del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatológica del Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid). La mesa estuvo moderada por Juan del Llano, Presidente de la AEETS. Sánchez-Santos nos explicó que “el problema del robot ha sido siempre el coste” y mostró la evidencia sobre coste-efectividad de los robots quirúrgicos, que ha ido evolucionando y que se han convertido más eficientes a medida que se han mejorado y de que las evaluaciones han contemplado los costes sociales. Los últimos trabajos muestran una tecnología coste-efectiva, algo que era bastante dudoso en las primeras generaciones de robots. . Alberto Francés lanzó unas preguntas para la reflexión: “¿Necesitamos los robots para nuestra práctica médica? ¿Va a quedarse el robot para siempre?”. Las herramientas de planificación, afirma, son insuficientes. Los robots no reemplazan al cirujano. Hay una curva de aprendizaje, aunque no es difícil operar con robot, concluye.

La reunión contó con la conferencia magistral de Julio Mayol, Catedrático de Cirugía la Universidad Complutense de Madrid, sobre las Palancas para aprovechar la innovación digital en el sistema sanitario español, explicando que “No siempre más es mejor”. Según Mayol, ese es un concepto industrial que hay que abandonar en un proceso de transformación digital. Afirmó que las palancas que mueven al ser humano son “miedo, envidia y fantasía”. La mayoría de nosotros no se pregunta cuáles son las reglas ni los contratos de nuestro sistema sanitario. Desperdiciar recursos causa toxicidad financiera e impide utilizar recursos para otros fines, explica. Sin embargo, no se hace esfuerzo por prevenir las complicaciones ni las enfermedades, lamenta. Tenemos que avanzar en el procedimiento sistémico, aprendiendo de la variabilidad y luchando contra la variabilidad injustificada. Hay que medir y transparentar resultados, abordar redes y sistemas, y aprovechar la tecnología para la comunicación. Hay que cambiar el modelo de financiación. Hay que sentar a todos los agentes juntos para entender cómo podemos encontrar qué es el valor y cómo medirlo, concluye.

La Reunión se cerró con la intervención de Modesto Martínez, Jefe de la Unidad de Calidade – EOXI de Pontevedra, quien resumió en forma de decálogo lo debatido durante toda la Jornada, para pasar al cierre institucional por parte de Estrella López Pardo, gerente del SERGAS, quien destacó el compromiso de la sanidad gallega con la evaluación.

Terminamos esta crónica agradeciendo a todos los participantes, ponentes, y patrocinadores del evento. Sin vosotros no sería posible. Os esperamos en Pamplona a todos en 2025. Quién sabe a dónde podemos llegar en los próximos dos años. ¡Lo veremos juntos!

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  • modesto MARTINEZ PILLADO