Tengo que escribir la crónica de las Jornadas que, con gracia y paciencia, me recuerda Jorge Mestre que es una tarea final. ¡Ya hace un mes que terminaron las Jornadas AES! ¡Cómo pasa el tiempo!
El tiempo… ay, el tiempo. El valor del tiempo, parafraseando a María Ángeles Durán ¿cuántas horas te faltan al día? Y en las Jornadas AES la respuesta es: muchas. La actividad es frenética, las opciones, a cada cual, mejor. Eso es lo que diría cualquiera de los casi 300 congresistas que asisten cada año, pero ¿Qué dice el Comité Organizador? ¿Lo vive intensamente? ¿Disfrutando? ¿Vigilando cual suricato?
Esta es la crónica. Juzgad vosotros.
En mayo de 2018, Paco Escribano me comenta que tenemos la amable invitación de Eduardo Sánchez-Iriso, a la postre, presidente de AES, de organizar las XXXIX Jornadas de Economía de la Salud en Albacete. No tenemos muchas dudas, la verdad; los poquitos que somos en Castilla-La Mancha decimos que sí, que adelante, que cuente con nosotros para esa tarea. Y eso que íbamos a organizar después de Las Palmas de Gran Canaria. De repente, de simples socios, pasamos a Comité Organizador.
Ser la presidenta del Comité Organizador es un honor y supone una gran responsabilidad que se puede asumir por varias razones: saber que cuentas con un Comité Organizador dispuesto a trabajar con empeño; el respaldo de una Secretaría Técnica que conoce todos los detalles y que resuelve con rapidez y eficiencia cualquier duda y una Junta Directiva que apoya dando completa libertad. Además, teníamos un elemento a nuestro favor, Laura Vallejo cumplía dos funciones: presidenta de AES y expresidenta del CO. Así que empezamos el camino bien acompañados: informándonos de todo y aconsejándonos siempre.
Bueno, íbamos acompañados pero el camino tiene sus curvas y sus cambios de rasante. Menos mal que la responsabilidad te mantiene siempre alerta. Primera cita: Jornada Técnica (7 marzo 2019). Primeros nervios. Prueba superada. Excelente acogida y debate. Hablamos de la Valoración de los Cuidados de Larga Duración y, entre otros ponentes, nos acompañó María Ángeles Durán, capaz de ilustrarnos todas las aristas del cuidatoriado. Lo cierto es que el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Económicas se llenó para escuchar las dos mesas que formaron la Jornada.
Y ya me lo dijo Laura, de aquí a junio es como un soplo. Un soplo lleno de reuniones, búsqueda de colaboradores, revisión de infraestructuras y organización de los espacios para las múltiples actividades. Y cuando todo parecía ya cerrado, hay que prestar atención al acto de inauguración. La ocasión lo merece. La Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha aceptado la invitación de la Presidenta de AES y confirma su asistencia al acto inaugural, previsto para el 12 de junio. A partir de ese momento, nuestra atención se dividía en dos hechos, no menores, cada uno por motivos diferentes. El día 11, al terminar el Taller Precongresual, organizado por Javier Mar, celebrábamos la III CarrerAES. Prepararla requiere un curso intensivo de pequeños detalles y paseos por las instituciones municipales y universitarias: diputación, ayuntamiento, empresa de autobuses urbanos, policía local, vicerrectorado, empresas locales. Todos hicieron posible la CarrerAES, de carácter benéfico, en esta ocasión dirigida a la investigación contra el cáncer. Gracias a los preparativos previos y la participación de numerosos voluntarios salieron los corredores por un circuito de 4,2 kilómetros por el campus universitario y la ciudad. Fue realmente entrañable.
¡Qué bien! ¡Todos terminaron la carrera! Ufff. Mañana es la inauguración. Esto va en serio.
Era 12 de junio y a las 8:30 comenzó la acreditación y entrega de documentación. Parecía que todo iba según lo previsto, pero nuestro horario se vio alterado. Vamos, que hubo retraso. Sin embargo, nadie se movió del Aula Magna de la Facultad de Ciencias Económicas para escuchar a la Ministra, al Rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, al Consejero de Sanidad de la región, al Presidente de la Diputación de Albacete, a la Presidenta del Comité Científico, al vicepresidente de AES y a mí misma.
Las XXXIX Jornadas de Economía de la Salud se habían inaugurado en Albacete. Las crónicas y la difusión de este acto fueron más allá de la llanura manchega, gracias al trabajo de Guillem y Óscar, del Gabinete de Prensa.
Por delante comenzaba una intensa actividad de sesiones plenarias, mesas de comunicaciones, de ponencias, pósteres, sesiones organizadas, reuniones de jóvenes investigadores, presentación de libros y speaker’s corners.
El retraso suponía que, al terminar las sesiones, los asistentes optaran entre descansar de un largo y productivo día o sumarse a la visita guiada por la ciudad a cargo de la Oficina de Turismo de Albacete y posterior recepción en el Centro Cultural de la Asunción, sin descanso en el hotel. Primó la segunda opción. Y el tiempo atmosférico nos volvió a acompañar.
Así, llegamos al segundo día. Parece que todo está en orden. Ya hemos superado los nervios del debut y los jueves son, como marca la tradición, un día especial, o, más bien, una noche especial. Es nuestra cena de gala. Para ello, hemos decidido que nada mejor que disfrutar en una quinta manchega: el Parador de Albacete. Además de buena comida, su ubicación permitiría que el “solano” refrescara las tórridas noches albaceteñas. Y vaya que si refrescó.
Y otra vez, todos aguantaron estoicamente, sin saber si la espera merecería la pena o no. Creemos que sí. Con absoluta discreción, solo unos pocos, sabíamos que había música en directo para amenizar la velada: Los gafapasta.
La velada fue más o menos larga, más o menos corta, según cada cual, porque al día siguiente, ¡quedaban más comunicaciones, plenarias, entrega de premios!
Y así llegamos al último día. ¿En serio? ¿Ya están acabando? Pues sí. De nuevo asistimos a una excelente mesa de ponencias, como todas las que preparó el Comité Científico presidido por Dolores Jiménez, y a las mesas de comunicaciones. Descanso. Entrega de premios. Colofón de las Jornadas con la sesión plenaria impartida por Carol Propper. Despedida a cargo de las presidentas del Comité Organizador y Comité Científico, del nuevo presidente de AES, Toni Mora y de la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Carmen Córcoles.
Y vuelvo al tiempo, cronológico que no atmosférico. ¿Cómo vivimos el Comité Organizador estas Jornadas? Como Momo. En la novela de Michael Ende, Momo (Ende, 1973) tiene la maravillosa cualidad de saber escuchar a los demás y ayudarles cuando los hombres grises quieren apoderarse de uno de los bienes más preciados que poseen las personas: su tiempo. Los miembros del Comité Organizador: Paco, Elisa, Roberto, Pilar, Isaac, Raúl, Pablo y Fernando han dedicado, junto a mí, a lo largo de este año su tiempo a tareas que, aparentemente no tienen valor económico ni resultados en la carrera académica pero que no es tiempo perdido. Nos hacen mejores. Hemos compartido experiencias, ilusiones y esfuerzos por preparar unas Jornadas a la altura de lo que habíamos recibido en los años en los que, simplemente, asistíamos. No hemos estado solos. Hemos contado con la Universidad de Castilla-La Mancha, con la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, con la ciudad de Albacete, con AES, con la Secretaría Técnica, con patrocinadores y colaboradores. Por supuesto, con todos los congresistas que os animasteis a venir a nuestra tierra. En todos, hemos encontrado los aliados perfectos para llevar a buen puerto estas Jornadas. Ha sido un placer recibiros y una experiencia maravillosa. De esas que solo se viven una vez en la vida. Espero que para vosotros también lo haya sido.
¡Nos vemos en Zaragoza!