Llegar a ser residente de una especialidad muy demandada: ¿Una carrera desigual?

Tesis doctoral titulada “Essays on the Influence of Doctor’s socio-demographic characteristics on medical specialty allocation” defendida el 13 de diciembre de 2017 en el Departamento Economía de la Universidad de York, dirigida por el Professor Martin Chalkley (Universidad de York). Tribunal: Professor Robert Elliott (Universidad de Aberdeen) y Professor Karen Bloor (Universidad de York).

Resumen

La planificación de recursos humanos en el sector sanitario es clave para una asignación y gestión más eficaz de los mismos. Esto es especialmente relevante en el caso de los médicos, ya que existe una brecha temporal muy amplia entre la generación de la demanda y la respuesta de la oferta. Además, este desequilibro persiste a largo plazo y está más acentuado en algunas especialidades y/o regiones, como, por ejemplo, en medicina de familia o zonas rurales. Sin embargo, se sabe muy poco sobre los factores que determinan la elección de especialidad y localización de los doctores.

Esta tesis doctoral, compuesta por tres capítulos, investiga la influencia de las características personales, demográficas y socioeconómicas de los médicos en sus elecciones de especialidad en el Reino Unido (RU) y en España. Además, se exploran las distintas formas en las que los desequilibrios se crean y se trasmiten. La distribución desigual de doctores en especialidades y localizaciones está en gran parte relacionada con cambios en la composición de la fuerza médica en los últimos años: feminización de la profesión y la mayor participación de doctores extranjeros; y, además, en el caso del RU, el mayor acceso a la profesión de médicos de minorías étnicas y de aquellos que provienen de entornos económicamente desfavorecidos.

Dos de los capítulos están centrados en el RU. El primero constituye un análisis de la distribución de doctores en especialidades y localizaciones en relación a sus características socioeconómicas y demográficas, controlando por elementos no observables, mediante un modelo logístico de parámetros aleatorios. Para ello, se utiliza información de la National Training Survey 2013 con una muestra de 40.889 observaciones que constituye el 76% del total de doctores residentes en 2013. Los resultados muestran que es más probable que los individuos de sexo masculino, etnia blanca, jóvenes y que provengan de entornos socioeconómicos no desfavorecidos sean médicos residentes en especialidades/localizaciones más demandadas, e históricamente asociadas con mejor remuneración y prestigio. Por el contrario, es más probable que las mujeres, que constituyen el grupo más numeroso en la profesión, sean médicos residentes en especialidades de atención primaria, especialidades asociadas con peor remuneración y con menor demanda.

En este capítulo también se discuten de manera teórica las posibles causas de las desigualdades y se explora más allá de simples diferencias intrínsecas en las preferencias de los individuos, haciendo hincapié en la existencia de barreras de entrada a ciertas especialidades, tanto reales como percibidas, y en el rol de los problemas de información asimétrica entre los distintos grupos socio-demográficos. Este ejercicio motiva el análisis de los siguientes capítulos.

El segundo capítulo se centra en discernir el origen de esas diferencias analizando el funcionamiento del proceso de asignación de especialidad en el RU. Este proceso es secuencial: en primer lugar, los médicos muestran su interés y envían solicitudes a sus especialidades de elección y, seguidamente, sus solicitudes son valoradas por un grupo de expertos de cada especialidad. Este capítulo recoge el marco conceptual que describe el proceso y que, además, sirve como base para el análisis empírico. Este último se alimenta de los datos provenientes de la UK Medical Education Database, que contiene información sobre el desempeño y progresión profesional de todos los individuos (tamaño muestral de 13.745), que comenzaron sus estudios de medicina en el RU en los años 2007 y 2008.

Para el análisis empírico de la primera parte del proceso, las especialidades se agrupan en relación a sus atributos (nivel de ingresos, si es de atención primaria o no, si es quirúrgica o no, y duración del periodo de residencia) y mediante un conjunto de regresiones Probit se estima la propensión a enviar una solicitud a cada uno de los distintos grupos. Los resultados señalan que la distribución desigual de los doctores se explica en su mayor parte por las decisiones de los individuos al enviar sus solicitudes, incluso después de controlar por variables de desempeño y progresión profesional. Sin embargo, los datos disponibles no permiten identificar si este comportamiento está motivado por diferencias intrínsecas en preferencias o si surge de diferencias en la probabilidad percibida de acceso a las especialidades de los distintos grupos. Estudios previos han encontrado grandes diferencias entre las preferencias de especialidad declaradas antes de la elección y las elecciones de especialidad observadas, lo cual apoya a la segunda de las hipótesis. También se analizan los factores que influyen en el número total de solicitudes que cada estudiante envía, que se utiliza como proxy de la percepción de éxito de cada individuo, y las estimaciones indican que los doctores de minorías étnicas y los de mayor edad presentan una mayor probabilidad de enviar más de una solicitud, controlando por efectos fijos de especialidad. Además, los resultados del proceso de selección muestran que enviar múltiples solicitudes tiene un efecto negativo en las valoraciones de las entrevistas.

El proceso de selección en el RU no está libre de sesgos, ya que el análisis de valoraciones de las entrevistas por parte del comité de selección de cada especialidad, mediante la descomposición de Oaxaca-Binder, muestra que dos tercios de la brecha observada entre las valoraciones de doctores blancos y aquellos de minorías étnicas no se puede explicar y puede estar asociado a discriminación. En términos de género, la brecha favorece a las mujeres sobre los hombres.

El tercer capítulo se centra en el sistema de selección de especialidad en España y explora dos de las posibles causas de la distribución desigual de doctores. En primer lugar, se investiga la influencia de las interacciones sociales en las decisiones de especialización, en concreto si la falta de modelos de conducta o mentores del mismo sexo puede constituir, para las mujeres, una barrera de entrada a las especializaciones quirúrgicas en las que los hombres son todavía mayoría. Para ello se utiliza información sobre preferencias declaradas en una encuesta realizada a los estudiantes MIR de los años 2013-2015, con un tamaño muestral de 8.739 observaciones. Para identificar a los modelos de conducta, que en este análisis son médicas residentes en especialidades quirúrgicas, se utiliza la información del registro administrativo MIR para los años 2003-2015 que tiene un tamaño muestral de 73.787 observaciones

La estimación mediante un modelo Probit sugiere un efecto positivo de los modelos de conducta del mismo sexo, representados por una proxy que captura la exposición de los estudiantes de medicina a mujeres residentes en especialidades en las que los hombres son mayoría, ya que una mayor exposición incrementa la probabilidad de que elijan una especialidad quirúrgica. Sin embargo, la estimación de interacciones sociales en un proceso complejo y la existencia de otros elementos que pueden estar correlacionados con la proxy y que también afecten la elección de especialidad no pueden ser descartados.

En segundo lugar, se estudian los efectos que el propio sistema de asignación de especialidad puede tener en la distribución desigual de doctores. En concreto, el efecto de un cambio de los pesos atribuidos al baremo y la nota del examen MIR (un aumento del peso del examen del 75% al 90%), que ha supuesto un incremento de la competitividad del proceso. Los resultados, obtenidos mediante test de diferencia de medias (T-Test y Wilconxon Test) entre la posición obtenida con los pesos antiguos y nuevos, muestran que este cambio ha tenido consecuencias involuntarias, al disminuir la puntuación total de las mujeres y reducir sus probabilidades de acceder a aquellas especializaciones más demandadas. La bien documentada brecha en competitividad existente entre hombres y mujeres, así como la mayor aversión al riesgo de las segundas, se barajan como las principales causantes.

Los resultados de esta tesis son de gran relevancia para las autoridades encargadas de la planificación de recursos humanos. El objetivo no debe ser asegurar una distribución igualitaria de los distintos grupos socio-demográficos, sino revisar el funcionamiento de los procesos de asignación de especialidades y trabajar en la eliminación de cualquier barrera de entrada, tanto percibida como real, asegurando la igualdad de acceso en una actividad profesional financiada con dinero público. No obstante, una distribución igualitaria reduciría brechas salariales entre grupos, mejoraría el acceso a los servicios sanitarios e incrementaría la eficiencia de los sistemas sanitarios.

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