He dejado que pasen casi dos meses, pero los recordatorios cariñosos de Cristina Hernández me han dejado claro que ya no puedo postergar la que está marcada como última tarea en la hoja de ruta del/a Presidente/a del Comité Organizador de las Jornadas AES: escribir esta crónica.
Reconozco que necesitaba darle distancia a todo lo vivido para poder contarlo, para que no imperasen ni los nervios vividos antes y durante, ni la euforia del inmediatamente después. Contarlo con objetividad será imposible, pero supongo que eso no es tampoco lo que se espera.
Y es que pónganse (ustedes) en situación. Hacía 30 años, exactamente, que no se celebraban las Jornadas AES en Las Palmas de Gran Canaria. Cualquier escenario era posible: ¿vendrán cientos de personas por el reclamo de Canarias? ¿No vendrá nadie porque Canarias está muy lejos? En mi cabeza se alternaban los pensamientos del mejor al peor, así como saltaban de uno al otro los gorros en mi cabeza: el de Presidenta del Comité Organizador y el de Vice-Presidenta de la Junta Directiva. Tanta incertidumbre y responsabilidad no se pueden llevar con dignidad salvo que tengas: 1. un Comité Organizador que sea un equipazo, 2. una Junta Directiva que sea un apoyo constante y tranquilizador y 3. una Secretaría Técnica que sea una garantía de éxito. Esa es la fórmula del éxito de las Jornadas AES. No hay otra.
Calentamos motores con la Jornada Técnica celebrada el 9 de marzo, donde además de disfrutar de unas ponencias inspiradoras sobre la Economía de los Cuidados Paliativos, aprovechamos para juntar a los artífices de las Jornadas en un mismo lugar: el Comité Organizador, el Comité Científico, la Junta Directiva y la Secretaría Técnica. El camino desde la Jornada Técnica a las Jornadas AES fue frenético, y de repente estábamos a un día antes de la inauguración.
Este día merecería una crónica completa. Y es que el lema de las Jornadas, centrado en la toma de decisiones compartidas, nos hizo plantear por qué no realizar un acto de puertas abiertas en el que implicar a todos los agentes, más allá de los participantes inscritos en las Jornadas, en la difusión y el debate acerca de la toma de decisiones compartidas en salud. Así que repente nos vimos organizando la I Feria de las Decisiones Compartidas en Salud, y les puedo asegurar que es más complejo organizar una feria de tres horas que un congreso de tres días. Los que nos lo pusieron muy fácil fueron las entidades invitadas, que nos dieron una respuesta positiva inmediata.
I Feria de las Decisiones Compartidas en Salud.
El Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud nos mostró sus proyectos y herramientas para la toma de decisiones compartidas, responsables del Proyecto Europeo IC-Health proyectaron e invitaron a participar en sus cursos sobre alfabetización digital en salud, el Centro de Salud de Guanarteme montó un taller sobre reanimación tras ahogamiento y mesas informativas anti-tabaco y de protección solar, Cruz Roja se centró en el área de la salud en mayores, el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia nos proporcionó una unidad de donación in-situ además de una mesa informativa, la empresa Paisajes Insulares realizó un taller sobre huertos urbanos, Radio Ecca nos dio difusión y el Centro Alba Arce desarrolló un taller de Yoga Creativo. La Asociación de Vecinos de Guanarteme le puso la animación a la Feria con su batukada y papahuevos (que algunos llamaban “cabezones”).
Representación del Servicio Canario de la Salud en la I Feria de las Decisiones Compartidas en Salud.
Además, gracias al tremendo despliegue que nos proporcionó el Hospital Perpetuo Socorro, se desarrolló por todo lo alto la II CarrerAES de carácter benéfico y solidario a favor de la Asociación de Padres de Alumnos con Discapacidad en Aulas Enclave de la Provincia de Las Palmas (APAELP).
Voluntarios en el stand de APAELP.
Agradecemos al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Concejalía de Participación por hacer posibles estos eventos, así como a la decena de voluntarios que hicieron que todo saliera sobre ruedas.
Participantes en la II CarrerAES.
Ese día el sol brilló como ya no lo haría hasta el fin de las Jornadas (lo que por otra parte redujo enormemente el coste de oportunidad de asistir a las sesiones de un congreso celebrado a pie de playa). Tras la finalización de las actividades pre-Jornadas, un alivio se apoderó de mí: lo peor ya había pasado ¡y eso que no habíamos ni empezado! ¿Dónde quedaron las Jornadas en las que el día anterior solo había un taller pre-congresual? Por supuesto, el taller científico pre-congreso también tuvo lugar.
La trigésimo octava edición de las Jornadas AES comenzaron oficialmente tras el acto de inauguración en el que pudimos contar con la presencia del Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y el Consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Acto de inauguración de las XXXVIII Jornadas AES.
Pistoletazo de salida a lo que serían dos días y medio de mucha oferta científica de la que empaparse y sobre la que debatir. Ponencias plenarias, mesas de comunicaciones y de ponencias, sesiones organizadas, sesiones de pósteres, speakers’ corners, reuniones de grupos de interés, reunión de nuestros jóvenes AESEC, presentaciones de libros, entre otras actividades congresuales.
Algunos de los participantes de las XXXVIII Jornadas AES.
De todo esto nos hablará en su crónica la Presidenta del Comité Científico, Marta Trapero Bertran, así que para no pisar, paso directamente a contar los eventos no tan científicos, que son también marca de la casa AES.
Tras un intenso primer día, nos dimos un paseo en guagua para celebrar la recepción de bienvenida en los Jardines del Paraninfo del Rectorado de la ULPGC, compitiendo con el primer partido de España en el Mundial. Aun así, fueron pocos los que se quisieron perder este cóctel, la actuación de la rondalla folklórica y el excelente paseo guiado por Catedráticos de Historia de la ULPGC que mostraron el barrio histórico de Vegueta-Triana.
Baile folclórico durante el cóctel de bienvenida.
El segundo día es siempre, si cabe, más intenso. Todos sabemos que será largo y cómo termina. Te debates entre asistir a la Asamblea de socios o ir al hotel a descansar, aunque sea una hora. Los que optaron por lo segundo se perdieron el regalo que el Presidente de la Junta Directiva, Eduardo Sánchez Iriso, tenía preparado para los valientes asistentes que necesitan poco para estar guapos en la Cena Oficial de las Jornadas: una tazAES (bien de palabras que acaban en “a”…). La tazAES no era gratis; venía con un desafío, como señaló Eduardo: quien la cogiera se comprometía a traer el próximo año a alguien que nunca hubiera asistido a unas Jornadas AES. Y así, sin tiempo que perder, nos fuimos todos a cenar, de nuevo en guagua. La cena tuvo lugar en los Jardines de la Marquesa de Arucas, y había ganas. No es un secreto, nos encanta la cena del jueves. Por mi parte, me tocó hacer discurso y tuve la oportunidad de agradecer al resto del Comité Organizador, que ahora aprovecho para nombrar: Christian, Miguel Ángel, Jaime, Alejandro, Patricia, Sara, Cristina, Nacho y Bea, por su gran labor y apoyo. Además, me tocó hablar en calidad de mi nuevo gorro, uno un poco más grande, el de recién nombrada Presidenta de la Junta Directiva de AES. Dos mujeres más tomaron la palabra: la Presidenta del Comité Científico, que hizo también sus sinceros agradecimientos, y la Presidenta del Comité Organizador de las próximas Jornadas AES que anunció, para los que se quedaron sin tazaAES, que éstas se celebrarán en la Universidad de Castilla la Mancha, en Albacete, en el 2019. Y el resto de lo que pasa en la cena, se queda en la cena.
Cena Oficial de las XXXVIII Jornadas.
Y de repente estábamos ya en el acto de clausura. Ese acto lo cerraríamos de forma muy íntima, la Presidenta del Comité Científico y una servidora. Viéndonos en esa tesitura, yo solo podía pensar en que solo habían pasado 10 años desde las primeras Jornadas AES a las que asistimos Marta y yo. Por ese entonces, mi hermana catalana y yo vivíamos en Inglaterra, no conocíamos a casi nadie, nos alojábamos en lo más cutre que había y, de repente, encontramos en AES un nexo de unión con nuestra tierra y nuestra vocación. Desde ese entonces y en tan corto tiempo, gracias a la generosidad y el apoyo de los que siempre han estado ahí, hemos ido acumulado una cantidad considerable de títulos de “Presidenta”. Y finalmente, la ex-Presidenta de AES y Presidenta del Comité Científico le recordó a la actual Presidenta de AES y Presidenta del Comité Organizador (lo de los títulos no era broma) que pronunciara las palabras “Quedan clausuradas las trigésimo octavas Jornadas AES”.
Aprovecho ahora para hacer unos últimos agradecimientos. Además de a los nombrados miembros del Comité Organizador, agradezco enormemente la ayuda a: Oriol, Olaia, Noemí y Gemma de ActoServeis, por su profesionalidad y por solucionar los problemas antes de que ocurran, a Guillem y Óscar del Gabinete de Prensa Emmedios, que consiguieron que lo que se contó en nuestras Jornadas traspasara las paredes del Auditorio Alfredo Kraus, al resto de la Junta Directiva que cada año le pone un entusiasmo solo igualado por su altruismo para hacer que las Jornadas vuelvan a brillar, al Comité Científico por prepararnos un programa cuya única pega era la dificultad de elegir a qué sesión ir, a nuestros patrocinadores y colaboradores, sin los cuales las Jornadas simplemente no podrían existir, y por supuesto, a los más de 300 asistentes, sin quienes las Jornadas AES no tendrían sentido. De manera personal, agradezco enormemente el apoyo a los que para mí fueron las cuatro patas de estas Jornadas: Bea, Eduardo, Marta y Oriol.
En AES siempre me he sentido como en casa y en su gente he encontrado a una familia que crece en cada congreso. Fue realmente un placer haberles recibido en nuestra casa; espero que no tengan que pasar otros 30 años para que vuelvan. De momento, ¡nos vemos en Albacete!
Laura Vallejo Torres
Presidenta del Comité Organizador de las XXXVIII Jornadas AES
2 ideas sobre “Vuelta a Canarias tras 30 años: Crónica del Comité Organizador de las XXXVIII Jornadas AES”
Una crónica de la Presidenta de AES llena de cariño, ilusión y humanidad que demuestra que gran persona y profesional es! Gracias Laura, hermana Canaria, por tu gran trabajo, dedicación y amor a todo lo que haces! Por dar de esta manera tan desinteresada. Un honor haber compartido estas Jornadas, parte de nuestra vida, y de que podamos compartir en un futuro un sin fin de aventuras (eficientes y no tan eficientes) en economía y en la vida.
Mis mas sinceras enhorabuenas a Laura y a todo el equipazo por unas Jornadas increíbles! Creo que fueron todo un éxito, y difícil de olvidar, la verdad….os podéis tomar una cerveza (o lo que queráis!) para celebrarlo 😉