Liderazgo de la Salud Digital basada en Valor

 

La transformación digital afecta a todos los sectores de actividad económica, incluido el sector salud. Paralelamente, el Value-based Healthcare “porteriano” se está extendiendo en muchos sistemas de salud de referencia mundial. Parece inevitable una confluencia de ambas tendencias, ya que ambas “se necesitan” en lo estratégico y en lo operativo.

Surge así la oportunidad de explorar y delimitar un constructo integrador que se ha denominado Salud Digital basada en Valor (en adelante SDBV) y que puede servir de catalizador de los cambios que el sector necesita para mejorar su calidad, resiliencia, sostenibilidad y capacidad innovadora. Aún es pronto para valorar si esa interconexión produce efectos sinérgicos más allá de su mera adición. Hasta la fecha, en la literatura científica, se identifican dos interconexiones relevantes: por un lado, la necesidad de una plataforma digital y de sistemas de información desarrollados para permitir el avance del Value-based Healthcare, y, por otro, la aplicación de métodos de evaluación económica para determinar el valor de instrumentos, soluciones o programas de Salud Digital.

En ese contexto y con el propósito de seguir profundizando en las implicaciones de la SDBV, así como tangibilizar la forma en la que los líderes pueden operativizar el concepto en sus organizaciones, se desarrolló un Taller de trabajo en el marco de las VI Jornadas de la Fundación Signo. El Taller contó con la asistencia de unas cuarenta personas de perfil diverso: gestores, académicos, tecnólogos, clínicos y representantes de la industria, entre otros.

En el Taller se trabajaron los siguientes objetivos:

  • caracterizar el estado de situación de la SDBV a partir del análisis de la literatura;
  • contrastar esa panorámica con la opinión de expertos;
  • aprovechar el acceso a conocimiento experto interdisciplinar para codiseñar un checklist que ayude a las organizaciones a progresar en SDBV; y, finalmente,
  • reflexionar sobre el papel de los líderes en ese proceso.

Con relación al primer objetivo, se presentaron los resultados preliminares de una revisión sistemática de literatura y de la validación de un cuestionario de SDBV. Ambos estudios liderados por Deusto Business School Health y la Asociación Salud Digital.

La revisión de la literatura tiene por objetivo identificar los elementos más relevantes, según la literatura teórica y empírica, para medir la SDBV en cada una de las fases del ciclo asistencial de un paciente, así como las similitudes y diferencias encontradas entre ambos tipos de literatura. Para ello, se ha extraído información de cerca de un centenar de artículos científicos. Entre los principales resultados encontrados, se observa cómo para general valor en la fase de acceso y provisión de servicios sanitarios, la literatura teórica y empírica coinciden en elementos como la investigación, la educación, la atención centrada en el paciente, o la confianza. Mientras que la teoría propone como elemento importante la capacidad del gobierno, reguladora y de actuación, los trabajos empíricos revisados no presentan ningún tipo de medida que se corresponda con este enfoque. En relación con la fase de diagnóstico, la literatura encuentra que medir la evolución de los pacientes (monitorización clínica) es fundamental para la SDBV, lo cual se encuentra también como un elemento medible en la literatura empírica. Sin embargo, solamente la literatura teórica encuentra como elementos clave para esta fase del proceso asistencial la importancia de modelos por patologías o subespecialidades, y de transmisión ágil, centrados en el paciente, algo que todavía no ha sido estudiado empíricamente según lo identificado en la literatura revisada. En las fases de prevención, cuidados en especialista y tratamiento, no se encontró ningún elemento en la literatura teórica, mientras que empíricamente sí que se encontraron determinados elementos que demostrarían el valor de la salud digital en estas áreas. Finalmente, para la medición de resultados en salud, la literatura teórica propone la reestructuración de la práctica médica, sugiriendo que debería tender a modelos más flexibles de implementación, mientras que en la literatura empírica revisada no se identifica nada relevante a este respecto.

Por otro lado, sí se encuentran elementos coincidentes entre la literatura teórica y empírica en esta fase, como son la importancia de la investigación (en este caso enfocada en la recogida de datos, especialmente medidas de resultados y experiencia informadas por los pacientes -PROMs y PREMs-), la relevancia de la factibilidad y confianza en las nuevas tecnologías, y el papel fundamental de sistemas de información que permitan identificar barreras para optimizar la eficacia de las intervenciones basadas en nuevas tecnologías sanitarias.

En relación con los resultados del cuestionario de SDBV, se recogió información de una muestra de 146 participantes para realizar un análisis de factores exploratorio que proporcionase la estructura del cuestionario (número óptimo y composición de factores), así como permitir realizar un estudio de validación de este. Los resultados muestran una buena consistencia interna del cuestionario, demostrada por la elevada interrelación encontrada entre sus ítems (medida por el Alpha de Chronbach). El análisis de factores proporciona, además, una estructura del cuestionario, que está ordenada en función a la importancia de los factores que forman su estructura. En este caso, los dos primeros factores son los más importantes del cuestionario, y por tanto lo son también los ítems que componen estos dos factores, todos ellos relacionados con la financiación/incentivos y la innovación.

Posteriormente, se mostró como la SDBV se está asentando sobre los avances del Value-based Healthcare que promueve una estandarización internacional (a través de iniciativas como el International Consortium for Health Outcomes Measurement (ICHOM)) de la medición de resultados en salud y que favorece en las organizaciones adoptantes de estas estrategias una medición de resultados sistemática, incorporada a la práctica, y con participación del paciente (o cuidador). Se extiende, por tanto, una nueva forma de ver el rendimiento de las organizaciones sanitarias con importantes implicaciones para el benchmarking y el aprendizaje intra e interorganizativo. Implicaciones que, en función de si el tipo de sistema sanitario es más proclive a la competencia o a la colaboración, pueden generar efectos muy diversos que aún es difícil estimar. Asimismo, se planta una semilla para ir implantando esos learning health systems tan necesarios, en particular, en sistemas como el Sistema Nacional de Salud, con una enorme riqueza de datos de salud y de actividad sanitaria que están infrautilizados en la actualidad.

En ese sentido, se pasó un cuestionario a los asistentes para sondear su opinión sobre la factibilidad de cambios hacia SDBV en nuestro medio considerando un horizonte 2025. Desde su punto de vista, 2025 es una fecha cercana para conseguir el necesario cambio cultural. En la última década se ha hecho mucho esfuerzo para avanzar en temas como la interoperabilidad y ha sido muy complicado. Ahora se aprecia una ventana de oportunidad con la llega de Fondos europeos para la transformación. Otros temas, como una implantación mayoritaria de PROMs y PREMs, se percibe que requieren aún de mayores plazos, ya que, al margen de unos pocos hospitales líderes como Vall de Hebrón, Cruces o el Doce de Octubre, hay pocos avances serios. Aquí se subrayó la importancia del compromiso y determinación de la alta dirección de estos centros.

Se discutió también la necesaria formación en competencias digitales de los profesionales sanitarios y de la ciudadanía como facilitador clave en este proceso, así como de las competencias de los directivos para liderar la transformación sanitaria. Hace falta incorporar de forma masiva perfiles tecnológicos y de ciencia de datos, si se quiere liderar la disrupción desde dentro. Si no llegará desde fuera, con consecuencias poco predecibles.

Posteriormente, se trabajó en profundidad en la identificación de los elementos necesarios y los facilitadores clave para que una organización sanitaria pueda avanzar en SDBV. El resultado de ese trabajo fue una propuesta de lista de verificación con diecisiete ítems. Ese checklist nace como una herramienta pensada fundamentalmente como una ayuda a la reflexión y a la decisión en un entorno de meso-gestión.

Finalmente, se enfatizó que un esfuerzo transformacional de amplia escala como este requiere alineación de liderazgos clínicos y gestores, generar una visión compartida y una colaboración decidida entre los diversos agentes del sistema sanitario, en particular, con la industria tecnológica y farmacéutica.

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